Por ello, los reumatólogos inciden en la necesidad de progresar en el diagnóstico precoz de estas patologías, para lo que se ha puesto en marcha una investigación por parte de la SER, junto con la Sociedad Mexicana de Reumatología, denominada MexEspa.
Las espondiloartritis de inicio juvenil son un conjunto de enfermedades que se inician antes de los 16 años, cuyos síntomas, principalmente, son: entesitis (órgano diana), es decir, el proceso inflamatorio de la entesitis (zona de inserción en el hueso de un músculo, un tendón o un ligamento); y artritis periférica de predominio en miembros inferiores y distribución asimétrica, siendo de especial gravedad la afectación de cadera. La causa de este tipo de patologías no se conoce, pero se les atribuye, principalmente, un factor genético. Aparecen con más frecuencia en los varones de más de 6 años de edad y están fuertemente asociadas al antígeno HLA-B27 (presente entre el 60 y 90% de los casos).
Lo más importante para los pacientes es "favorecer la detección temprana para instaurar lo antes posible un tratamiento adecuado e individualizado que evite graves daños y secuelas que se pueden prolongar hasta la edad adulta", ha dicho la doctora Mª Luz Gamir, del Servicio de Reumatología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, durante el IV Simposio de Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología, que se ha celebrado en A Coruña.
"Hasta hace pocos años existía un alto infradiagnóstico en este tipo de enfermedades. Los afectados llegaban a las consultas entre 5 y 10 años de retraso desde la aparición de los primeros síntomas, lo que suponía que ya habían desarrollado lesiones estructurales importantes", ha indicado.
Aquellos casos en los que el diagnóstico se realiza con precocidad permiten a los niños con espondiloartritis llevar una vida normal y no tienen por qué sufrir limitaciones. "Por contra, si no se prescribe la terapia farmacológica, el pronóstico de su enfermedad puede ser muy malo, causando graves daños y provocando a los diez años una afección axial y otras lesiones, así como el desarrollo de enfermedades crónicas como la espondilitis anquilosante", ha puntualizado la doctora Gamir.
Actualmente, el mejor conocimiento que hay de estas patologías favorecen el diagnóstico precoz. De hecho, "el desarrollo y utilización de técnicas de imagen como la resonancia magnética y la ecografía musculoesquelética han supuesto un avance muy importante en este ámbito diagnóstico porque logran detectar precozmente el grado de actividad de estas enfermedades", ha afirmado la doctora.
Además, con el objetivo de identificar los factores predictivos de mal pronóstico muy precozmente en niños que tengan espondiloartritis y ver su evolución en 5 años (desde la primera visita al especialista) se ha puesto en marcha una investigación por parte de la Sociedad Española de Reumatología (SER), junto con la Sociedad Mexicana de Reumatología, denominada MexEspa, para lo cual se estudiarán los casos de 180 niños con espondilitis juveniles, a los que se les hará un seguimiento cada seis meses para identificar los factores que sea claves en la evolución de la enfermedad.
Los fármacos biológicos son la principal novedad en el tratamiento de dolencias reumáticas autoinmunes en la edad adulta, y en la población infantil, aunque el tratamiento ha de complementarse con otras medidas como la práctica de ejercicios físicos específicos para mantener la movilidad de las articulaciones y el mantenimiento de posturas correcta. "No se debe olvidar la educación del propio niño, lo que requiere un esfuerzo conjunto de todas las personas que lo rodean (familia, amigos, profesores y equipo médico). El cumplimiento terapéutico y su lucha diaria le permitirá mejorar su calidad de vida", ha informado Mª Luz Gamir.